sábado, 19 de junio de 2010

El email marketing y la fábula del pastorcito mentiroso



Hacer ver a tus potencales clientes que lo que ofreces corresponde a una oferta especial y limitada en el tiempo, que si pierden la oportunidad de concretar su pedido en ese instante es como perder el último tren, es una de las técnicas de venta más antigua y extendida.

Pero como toda herramienta se ha de utilizar con correctamente. Una empresa europea que comercializa sus productos por internet, me envía cada semana un nuevo correo con un listado de ofertas que "no volverán", el problema es que al tercer e-mail la oferta que "no volvería" vuelve. Es posible que un cliente caiga en la trampa una vez, pero no lo hará dos veces, aprenderá y si no tiene la necesidad de comprar el producto/servicio en el momento de recibir el e-mail, esperará a la próxima vez que la oferta vuelva a estar disponible, por ende la táctica pierde su efecto y el esfuerzo se diluye.

Durante un tiempo trabajé en Alicante como comercial a puerta fría, le decíamos a los potenciales clientes que no volveríamos, y no volvíamos, al menos no en el corto plazo.

Esta táctica surte efecto cuando las personas sienten la urgencia de no desaprovechar una buena oportunidad pero si la oportunidad es como un tren que pasa cada hora en lugar de uno que pasa sólo una vez en la vida, no es posible crear esa urgencia y el cliente terminará comprando cuando él lo decida y no cuando la empresa lo necesite.


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